viernes, 2 de septiembre de 2016

DIETA PALEO



Algunos ya habréis leído sobre ella, o lo habréis visto en alguno de nuestros hashtags, o quizá otros no sepáis de qué va. Hace pocos meses, a raíz del Ultratri de Granada, empezamos a informarnos sobre esta dieta. Hemos leído mucho y desde hace algunas semanas estamos incorporando algunas de sus máximas a nuestra rutina alimentaria. Hay quien piensa que esta dieta es sólo una moda pasajera más, que no es buena. Y también hay quien la sigue a rajatabla. Yo no soy de extremos, pienso que ninguna dieta es buena al 100%. No concibo esas burradas para perder peso de comer un día entero sólo huevos, al otro sólo piña, y al otro sólo pollo. No hace falta ser nutricionista, que no lo soy, para ver el sinsentido que supone. Pienso que hay que encontrar LA DIETA, los hábitos, la manera de comer “para siempre”.  Encontrarse bien. Encontrarse sano. No algo que durará unas semanas o unos meses con el fin de llegar a un objetivo (generalmente de peso), y después volver a asalvajarse.
Por eso, yo personalmente, no me declaro “seguidora extrema” de ésta dieta, pero sí estoy intentando quedarme con la esencia de ella, para ver si obtengo buenos resultados. Como poco, me parece que conseguiré buenos hábitos!

Un breve resumen, (a ver si me explico bien), podría ser éste:
Nuestra dieta, por norma general como vemos en la "famosa" pirámide nutricional, es muy alta en carbohidratos. Nuestro cuerpo obtiene energía de dos maneras:
Manera rápida: tirando de azúcares (carbohidratos) que convierte en glucógeno y lo usa para esfuerzos fuertes o explosivos, o que no vayan a durar mucho rato. 
Manera lenta: tirando de grasas, que usa en actividades menos exigentes y de más duración, como caminar. 
¿El problema? Nuestro cuerpo sólo almacena una pequeña cantidad de carbohidratos. Si te tomas al levantarte un tazón de café con leche y galletas, ya has llenado el cupo del día, así que los carbohidratos que ingieras después de ese desayuno pasarán al almacén de grasas, con la idea de usarla como energía en el futuro. Lo malo es que ese futuro no suele llegar y seguimos almacenando y almacenando… Es más complejo que todo esto pero lo digo así para que se me entienda.

Nuestros ancestros sólo comían plantas y animales, y mucho más esporádicamente que nosotros pues no tenían medios para guardar la comida. Por eso nuestro cuerpo se adaptó a almacenar energía como grasa para usarla cuando llegaran las “vacas flacas”. El problema es que nosotros comemos carbohidratos en grandes cantidades y muy a menudo, lo que deriva en sobrepeso, malas digestiones, somnolencia, cansancio, etc.
La dieta paleo propone reducir el consumo de carbohidratos, básicamente y obtenerlos de frutas y verduras.

¿Qué se puede comer?:
Primero, y como base de la alimentación: VERDURAS.
En segundo lugar estarían la CARNE, el PESCADO y los HUEVOS.
Y finalmente la fruta, los frutos secos, las semillas, el aceite de coco o de oliva, las especias y las hierbas.


¿Qué no comer?:
Ningún grano procesado (cereales, trigo, harina, pasta, maíz, etc.).
Tampoco la bollería industrial, ni dulces, ni azúcares, refrescos, zumos o comidas procesadas.

¿Qué comer sólo de vez en cuando?
Café, productos lácteos, alcohol, chocolate y arroz blanco.

Para muchos puede suponer un gran cambio en su alimentación, quizás lo ideal es ir introduciéndolo poco a poco, paso a paso e ir eliminando esos alimentos que, al fin y al cabo, cae de cajón que buenos buenos, no pueden ser. Y menos diariamente.
Mi opinión es que, como todo en esta vida, hay que ser equilibrado. Tampoco se trata ahora de demonizar los Donuts, porque están de vicio. Se trata de hábitos. De costumbres. Estamos acostumbrados a ir a un restaurante y ver 4 canónigos decorando un plato alrededor de un entrecot…quizá lo suyo sería que un pedacito de carne fuera la guinda a un gran plato de vegetales.
Eso no quita que de vez en cuando nos demos un homenaje, que nos lo daremos. Habrá para quien eliminar el pan de su dieta sea impensable, a mí personalmente no me afecta demasiado. Mi punto flaco en esta dieta sería tener que eliminar la pasta. Y la pizza (escribirlo me sirve de terapia para ir asimilándolo…snif!). Soy amantísima de la pasta y me traumatiza considerablemente asumir que no la comeré al menos un par de veces por semana…así que como en toda dieta, pienso que al menos una vez a la semana, hay que comer lo que a uno le dé la gana. Y punto. Ah! Y el chocolate es sagrado.
El caso es que nos apetece ir un paso más allá en este mundillo del “CUIDARSE”, y estamos probando nuevas recetas, buscando información y cambiando nuestra forma de hacer la compra. Iremos colgando fotos y recetillas por si a alguno os pica el gusanillo y queréis probando. Aviso que engancha!

Como siempre, gracias por leernos, estamos de vuelta!!



No hay comentarios:

Publicar un comentario