Cuando empiezas a planificar la
temporada, te embarga la ilusión, la motivación y no puedes evitar soñar con la
carrera perfecta. Marcas el gran objetivo y los pasos que vas a dar para
lograrlo. La Sansi, la cursa que organiza el ex atleta olímpico Jose Luís Blanco,
estaba marcada como un primer test para valorar las condiciones en las que empezaba mi nueva temporada. Me puse como
objetivo, mejorar la marca del año anterior que fue de 37’01” y a la vez, hacer
de liebre para que mi amigo Miguel, hiciera podium como primer local. Estaba
más nervioso de lo habitual, pero no por mi propia carrera, sino porque mis dos
hijos iban a debutar en una cursa.
Esta vez, tocó madrugar algo más para recoger los
dorsales. Los entregaban el mismo día, y casi que lo prefiero porque ya te
despiertas muy activo. El frío había llegado e hizo mella en la familia,
dejando al más pequeño, Nil, sin poder debutar a causa de unas anginas. El
mayor, Hugo, tampoco estaba muy fino pero aún así decidió correr.
Después de un ligero desayuno,
nos dirigimos hacia las pistas de atletismo donde se iban a disputar las
carreras de los más pequeños. Según la edad darían una vuelta de 400 mts o
varias. Es toda una experiencia ver este tipo de carreras y una gran
oportunidad para inculcar a nuestros hijos, la esencia del deporte. Llegó la
tercera roda y era el turno de Hugo. La salida fue muy rápida pero hizo caso
de mi consejo, salir de menos a más y disfrutar. Completó una
primera vuelta de las dos que tenía su categoría, y al verme, se paró. Le
dolían las piernas y no podía más. Le dí las gracias por intentarlo, lo mimé y
lo animé para la siguiente.
Llegó mi turno. Tenía quince
minutos para calentar. Hice unas vueltas trotando y aprovechando para saludar y
hablar con amigos/as del pueblo. Busqué a mi amor Dámaris, que también corría
con el objetivo de bajar su marca, para darnos nuestro beso, y me junté con
Miguel para acabar con unos progresivos y situarnos lo mejor posible en la
salida. Unos minutos después, sonó la bocina. Los dos primeros kilómetros
fueron muy rápidos. Me puse delante del grupo y empecé a marcar el ritmo. Hacía
frío y viento, y eso obligaba a no errar en las decisiones o se pagaría caro.
La primera vuelta salió muy bien pero, yo no podía mantener ese ritmo más
tiempo. Le pedí a Miguel que siguiera él, y yo del km 5 al 6, aflojé un poco. Al
quedarme sólo, pude recuperar. Miré hacia atrás y vi que me daban alcance un
grupo de tres atletas. Decidí dejarme coger y afrontar la parte de más viento,
protegido y reservando para aguantar hasta meta. Llevaban muy buen ritmo y
dimos caza a Miguel. Pero éste, a falta de dos kilómetros, hizo su cambio de
ritmo y sólo pudo seguirlo un corredor, al que dejaría uno metros más alante con otro cambio. Sentía que se me iba a salir el corazón, pero apreté los dientes y, a
falta de 500 metros, también cambié el ritmo a todo lo que daba. Recuerdo que
los últimos 100 metros, se me hicieron muy muy largos, pero mereció la pena.
Cumplí el objetivo con creces.
Bajé mi tiempo a 36’56”, Miguel hizo primero local y tercero de su categoría.
Dámaris consiguió marca personal y Hugo debutó en su primera cursa. Había sido
una jornada perfecta y aprovechamos para celebrarlo con parte de la familia que
vino a animarnos. Agradecer a la organización su buen trabajo, a toda la gente
que gritaba mi nombre animándome y a Rebeca (@cazadorademomentos), por sus magníficas
fotos.
Ahora a por la siguiente.
Salut y kms.
Muchas Felicidades Christian por tu carrera y te deseo que vaya bien tu temporada. Y sobretodo disfruta. Bonita crónica. Un abrazo para los dos
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