En una sociedad en la que se han
perdido los valores y a nivel empresarial, se busca el mayor beneficio a
cualquier precio, el sector de la alimentación es uno de los “Top” en engañar
al ciudadano de a pie. No les importa ni lo más mínimo nuestra salud y juegan
con el desconocimiento para engordar sus cuentas bancarias.
A nivel mundial, ha aumentado en un 92% la cantidad de productos procesados. ¿Os hacéis una idea de los miles de millones que se mueven en este sector a nuestra costa? ¿Podemos hacer algo al respecto? Evidentemente que sí. Lo primero, es empezar a aprender a leer estas etiquetas. Dedicarle el tiempo que sea necesario para leer toda la información que nos dan del producto y ver si es realmente lo que necesitamos. Para facilitar esta tarea, desde hace un tiempo, se están haciendo estudios sobre el etiquetado con el sistema del etiquetado semáforo. Este sistema contribuye a que los consumidores identifiquen con más facilidad los alimentos más saludables. Leer estos curiosos artículos:
Este sector, es tan despiadado,
que no tiene miramiento ni por los más pequeños. Cereales que tiene poco de
cereales, galletas con exceso de azúcar camuflado, panes industriales que son
puro veneno, zumos “sin azúcar añadido” que justamente eso es lo que más
contienen, y un largo etcétera. Deberíamos tomar conciencia de todo esto. Cada
vez hay más Obesidad Infantil, más Cáncer, más descontrol con el Colesterol,
más enfermedades digestivas y coronarias, más Diabéticos,… pero preferimos mirar
hacia otro lado, mientras a “nosotros” no nos afecte.
Los alimentos “Sin” y
“Saludables, son los que se llevan la palma. Uno de cada tres de estos
productos, están etiquetados de forma engañosa. Os dejo un estudio que
hizo la CEACCU (Confederación Española
de Organizaciones de Amas de Casa, Consumidores y Usuarios).
A día de hoy y con las noticias
que nos llegan desde la OMS, uno se plantea muchas cosas. Ya no sabes ni que
comer, ni que darle de comer a los tuyos. Está claro que detrás de todos estos
comunicados y noticias, hay intereses ocultos, siempre los hay. A nivel
personal, voy a intentar elegir de lo malo, lo menos malo y os invito a que
hagáis lo mismo. Está en nuestras manos mejorar la salud de los casa porque
somos nosotros los que llenamos los carritos de la compra.
Para acabar este artículo, que es
el primero de varios sobre este tema, os dejo un interesante enlace, sobre
alimentos “trampa”.
A cuidarse.
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