Parecía que el frío no iba a llegar
nunca, con lo agustito que estábamos con ese atípico tiempo primaveral hasta
ahora, con ese sol a medio día que nos invitaba a ir por la calle con la cara
levantada y la chaqueta en la mano, y justo el día en que tienes una cita
deportiva…zasca al termómetro! Que frío amaneció el domingo, de verdad que no
sabía qué ponerme. Al final, la solución de siempre: capas y a quitarse sobre
la marcha, que para eso llevaba guardarropa particular, a la par que fotógrafo
y supporter, un chollo esto de que él corra un día y yo otro, vamos!
Puesto que
Mamen y yo éramos las únicas chicas, que además estamos al mismo nivel más o
menos, y que tenemos también las dos en mente hacer en pocos meses nuestra
primera media maratón de asfalto, nos fuimos juntas hablando de nuestros
progresos y nuestras cosas. La verdad es que no llevaba una idea concreta para
esa carrera; amigos que la han hecho años anteriores me advirtieron de que era
una carrera con un final exigente, que subir la Avgda. Paral.lel entera se hace
duro y la última subida por la calle Lleida era matadora….así que pensé: ‘No
seas burra’, básicamente. La Sansi fue genial, bajé mi tiempo como ya os conté,
y sólo dos semanas después y con un recorrido más complicado no era el momento
para volver a intentarlo. Acabarla y disfrutarla era el objetivo, esta vez de
verdad (aunque reconozco que pasar de nuevo de la hora me hubiera picado un
poco, me corre la competitividad por las venas, qué le voy a hacer).
Salimos bien,
empezamos a correr, y aunque Mamen empezó refunfuñando y diciendo que ella
contaba con hacerla en más de una hora, me quedé a su lado y empezaron a pasar
los primeros 4 kilómetros por debajo de 6, realmente cómoda me sentí, pero
teniendo en cuenta que todo era llano con alguna bajadilla, claro. Ella me dejó
caer alguna vez que tirara, que ella iba a su ritmo, pero pensé que ya me iba
bien así, íbamos muy bien, para qué agobiarse. Tuvimos las dos una pequeña
pelea con el dichoso flato, pero conseguimos acallarlo sin parar a caminar.
Como hacía fresquete, ni agua cogimos en el único avituallamiento situado en el
kilómetro 5.
Qué pasada de
ambiente, reconozco que a veces el sufrimiento de ir corriendo me impide
fijarme en lo que me rodea, pero en una carrera como ésta hay que fijarse
aunque cueste. Vimos a gente corriendo descalza, a otro con chanclas, a varios
padres empujando el carrito con el peque dentro, a personas en silla de ruedas,
a gente muy entrada en años, a chavalines de 8-9 años…cuando las fuerzas te lo
permiten, ánimas a esas personas que te hacen ver que si se quiere, se puede,
pues claro que se puede!. Me encanta mirar hacia adelante en cuesta arriba y
ver en movimiento la marea humana que avanza, los sonidos de los pasos de tanta
gente en medio del silencio, mirar abajo y ver la cantidad de colorines de las
zapatillas de todos los que corremos, espectadores a los lados animando, niños
en los arcenes con la mano extendida esperando un “choque”…es un paisaje
espectacular que te deja unas sensaciones preciosas que se resumen en tres
palabras: GANAS DE MÁS.
Y a todo
esto, inmersa en mis pensamientos (Mamen tampoco habla mucho mientras
corre :D ), llegamos al kilómetro 7 a
punto de encarar el Paral.lel, que giras a la derecha y ves de pronto la súper
recta a lo lejos y te entra de todo, pero el truco está en no mirar, solo
correr. A ella le empezó a doler una rodilla, y de ahí al final estuve tan
entretenida intentando entretenerla a ella y animarla, que ni siquiera tengo un
mal recuerdo de la subida de la calle Lleida. Recuerdo que me puse delante de
ella, le dije que aflojábamos pero que estaba prohibido parar porque ya lo
teníamos, y en seguida vino la cuesta abajo que nos llevaba directas a la meta.
Mi cara de felicidad en la foto lo dice todo. 00:58:12’ tiempo final, así que
objetivo cumplido para mí y para ella, que consiguió su mejor marca.
Lo mejor de
todo es que me sentí muy bien, capaz de haber hecho mejor tiempo si me lo
hubiera propuesto. Parece que los entrenos empiezan a dar su fruto, y esto
motiva muchísimo. Tanto, que ya tengo siguiente objetivo en el cual sí que
intentaré bajar marca: Cursa dels Nassos, el 31 de Diciembre! Cada uno despide
el año como quiere, no?
No puedo
despedirme sin hablaros un poco del equipo Triatló Jovent 79, ya que el Domingo
compartí cursa con algunos de sus integrantes. Estoy en proceso de adopción
nada más, pero me encanta pensar que empiezo a formar parte de esta familia.
Será porque desde hace un tiempo tengo a mi familia “lejos”, y me agarro con
más fuerza a todo lo que me resulte parecido y me den un poco de ese calor que
tanto me falta, pero los he conocido gracias a Christian, que él es parte del
equipo desde hace años, y estoy encantada.
No quisiera
faltar a la verdad, pero a la cabeza de este gran equipo están los hermanos
Benach, Joan y Pere, que antes de yo naciera ya estaban practicando este gran
deporte que es el triatlón, cuando no era una epidemia como ahora. Ojo con las
tergiversaciones, que ni estoy diciendo que yo sea muy joven ni que ellos sean
muy mayores eh! Lo que digo es que son dos referentes y pioneros en este
mundillo, además de dos personas de esas que nada más conocerlas ya sabes que
son todo un hallazgo. No voy a nombrar a todo el equipo porque me dejaría a más
de uno, y porque en persona tampoco los conozco a todos, pero las veces en las
que hemos coincidido he disfrutado un montón. Es como si, aunque no te conozcas
demasiado, estás unido por esos colores del equipo, y eso basta para hablar
como si de toda la vida te conocieras. Un poco como pasa con los equipos de
fútbol, eso de “sentir los colores”, pero de fútbol esta
semana no me apetece hablar, fíjate tú.
En fin, que
tengo muchas ganas de compartir más carreras, más almuerzos post-carrera como
el del Domingo, y, ¿Quién sabe? Quizás algún triatlón…
Yo, por si
acaso y por si algún día se me acaban de cruzar los pocos cables que me quedan
sanos, sigo entrenando! De momento mi lucha es encontrar tiempo para establecer
una rutina semanal en la que haga “un poco de todo”, y no sólo lo que me
apetece. Así que sigo peleando con la natación a la par que con el despertador,
con las máquinas del gym que son muy pero que muy aburridas, y alterno días de
running con días de spinning y Domingos con mi “flaca”, que eso sí que me
encanta! Aprovecho este momentillo de subidón para motivarme, y de paso, para
motivaros…QUE LOS MANTECAOS SE NOS ECHAN ENCIMA!!
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