lunes, 30 de noviembre de 2015

ESTOY EN OBRAS

Por dentro y por fuera. Por fuera, es un efecto colateral del deporte. Digo colateral porque no es adelgazar mi principal motivación para hacer deporte (que me parece un gran motivo para ponerse en marcha, por cierto), pero reconozco que siempre alegra ver que cierta lorza va perdiendo facultades. Hago deporte, sobretodo,  por cómo me siento al acabar, aunque justo antes de empezar haya encontrado mil excusas para no hacerlo. Si al final logro salir a correr, al gimnasio, o en bici…a la vuelta mi mente es otra. Desgraciadamente no formo parte de ese grupo de privilegiados capaces de ordenar su vida de manera que “si algo tiene solución, ¿para qué te preocupas? Y si no la tiene ¿pues para qué te preocupas?”. No, no me sirve. Con el agravante femenino y hormonal, debo confesar que hay días en que mi cabeza es un hervidero. Esos días son los mejores para ponerte en movimiento, si logras vencer tus excusas, la vuelta a casa pinta de otro color. Palabra! 
Estoy en obras porque pienso seguir machacando mi cuerpo, pero con cariño. Digo machacar porque mi cuerpo se queja. Agujetas, dolores musculares, roces en los pies, rampas, caídas…supongo que es parte del proceso. He sido siempre muy deportista, pero pasiva. Muy futbolera, motera, voleyvolera…pero más de ver, que de jugar. Así que ahora de golpe intentar hacer algo, deportivamente hablando, pues al cuerpo le cuesta asimilarlo. Y se queja, claro, con lo bien que se está en el sofá.
Tengo muchas cosas en mente que me gustaría hacer con el tiempo. Cada vez más, de hecho. Ya os hablé de LA carrera, la maratón de NY…pero antes estará la de Barcelona. Y antes, la media maratón. O varias medias maratones. Y la montaña. Otra media maratón de montaña…¿O quizás más de media? Quién sabe. Y marchas cicloturistas con mi flaca azul. Y por supuesto, algún triatlón. Esto sí que sí tiene que llegar. No sé cuando porque no quiero precipitarme y sufrir más de lo estrictamente necesario. Me impone mucho, eh? Sobre todo la parte de nadar. Y si es en el mar ya ni te cuento, que soy de imaginación fácil…cosas que te rozan, olas, algas, medusas, peces… tiburones!! Pero estoy en ello. Y seguiré en ello hasta que me sienta capaz. Aquí lo dejo escrito para cuando me raje, que me lo podáis echar en cara, que os doy permiso, va. Y no sé si me gustará esto del triatlón llevado a la práctica, pero ojo que como me guste, no pienso conformarme con distancias cortas…pasito a paso. Step by step, que dicen por ahí.
Paralelamente, también estoy en obras por dentro. Creo que todos lo estamos casi constantemente, pero no hay que confundir las pequeñas remodelaciones, con las grandes obras, de esas que no sólo tocan la fachada, sino también los cimientos.
Hace algo más de dos años algo parecido a un huracán arrasó mi vida, y aunque me hizo falta muy poco tiempo para descubrir lo sumamente infeliz que era hasta justo antes de ese momento, no exagero si digo que pensé que me moría. Frustración, rabia, pena, dolor. Impotencia por no poder focalizar el kaos en mí, sino que tocara y afectara también a los que más quiero. Inevitable, por otra parte. Mi carácter fuerte me ayudó a mantener la estructura estable, pero todos mis tabiques  y paredes cayeron en picado. Mi vida cambió por completo, tanto, que llegué a un punto en que yo misma me vi en la obligación de terminar de tirar lo poco que quedaba en pie, porque ya no servía para nada. Humedades, goteras, termitas…No se puede construir algo duradero sobre el barro. Ni edificar sobre cimientos dañados. No se puede construir una vida nueva sobre una base de mentiras. Ni se debe. Exploté. Me fui, y sola, empecé las obras.
Y desde entonces así sigo, en obras. Y cuanto más tiempo pasa, mejor estoy, y puedo ver con más claridad toda aquella situación. A todos,  en algún momento de nuestra vida, se nos cruza un “jefe de obra” que nos obliga a demoler, a rehacer el trabajo que teóricamente no hemos hecho bien. Llámalo expareja, exnovio, amig@, pariente, familiar…gente que nos defrauda y nos hace creer que toda la culpa es nuestra, cuando como todo el mundo sabe, dos no se pelean si uno no quiere. Pero eres vulnerable, y te lo crees. Y te hundes. Y te castigas por no haberlo sabido arreglar, quizás con un poco de masilla y pintura lo hubiéramos salvado…no. Pero gracias a Dios, el tiempo pasa, y la venda nos cae de los ojos. Y ahí, desnudos de paredes y decorados, pasamos de la pena a la rabia. De la rabia al entendimiento. Y del entendimiento a la indiferencia. Y es ahí, desde la más total indiferencia, desde donde puedes ver con claridad e imparcialidad qué pasó. Y asumes tu parte de culpa, pero sólo la tuya. Y te cruzas con esa persona, y por muchas perrerías que te haya hecho, sientes casi pena. Porque lo ves tan infeliz estancado en su bucle incomprensible de rencor, que sólo puedes sentir lástima. ¿De verdad tuvimos algún día algo en común? Y supongo que es justo en ese momento, en el que sabes que todo pasó, que está superado, que probablemente fue lo mejor que podía haberte ocurrido nunca. Punto y final, por fin.
Y es momento de reconstruir.  Y te abrigas los cimientos con tabiques, con amigos que estuvieron mientras el huracán pasaba y que ya no te han dejado más sola. Y los anclas bien fuerte a tu suelo con momentos y recuerdos juntos únicos, con cenas, con sobremesas, con risas. Y te preparas para pintar las paredes de tus tabiques de un blanco impoluto, digno de quien empieza de nuevo lleno de ganas, pero alguien se cruza en tu camino y decide ayudarte a pintar, que tú estás cansada. Y te propone colores, y te hace imaginar cómo quedará ese color cuando esté acabado. Y te hace soñar, y sueña contigo. Y empezáis a pintar, cada uno con un rodillo, como un gran equipo improvisado. Y tú, que estás más débil, te cansas, y quieres abandonar porque parece que queda mucho por pintar, mucho por hacer, y te impacientas y te agotas…y esa nueva mitad tuya te levanta, te abraza, te recuerda que queda un día menos y decides seguir…cómo no vas a seguir si tiene tantas ganas como tú.
Así que casi sin darme cuenta, ya estoy poniendo ladrillos en la fachada. Cada ladrillo es un día más, o un día menos, según se mire. Cuando termine de ponerlos, espero recuperar a parte de la gente que perdí en aquel huracán, en parte voluntario. Bueno perder es una palabra muy fea, digamos que los obligué a distanciarse. Tampoco es que quiera recuperarlos a todos. Cuando tomas distancia de ciertas personas, sea queriendo o sin querer, pueden pasar dos cosas: que los eches tantísimo de menos que de pronto pasas a valorarlos mucho más y te haces consciente de que si logras recuperarlos deberás cuidarlos más de lo que lo hacías, o que los eches tan poco de menos, que ésta distancia ya te parecerá cómoda.
Cuando termine de poner todos los ladrillos, les invitaré a mi nueva casa, pintada, bien fundada, sólida. Y les pediré que me ayuden a decorar, que para eso hay confianza, pero no de esa que dicen que da asco. Yo pongo un sofá grande para que quepamos todos, venga. Pero cada uno que me traiga un cuadro. O mejor, un marco de foto. Y la foto nos la hacemos  en casa, para rememorar esta nueva etapa. Para dejar lo viejo atrás. Porque todos nos equivocamos, no hay nada más humano. Lo bueno es rectificar. Y aprender. Y construir aunque cueste. Aunque lleve más tiempo de lo previsto, o de lo deseado. Aunque cada día que pase duela, aunque haya cosas que no entiendas, aunque a veces alguna de tus paredes recién pintadas vuelva a agrietarse, no pasa nada, un poco de masilla, echas mano de tu equipo de pintura y a seguir poniendo ladrillos. Al final, valdrá la pena. Cuando le abras las puertas de tu casa a quien tanto quieres…tiene que valer la pena.

8 comentarios:

  1. Ooooooh!!! Me a encantado dama!
    Pero mucho,muchooo!!!

    ResponderEliminar
  2. Este comentario ha sido eliminado por el autor.

    ResponderEliminar
  3. Este comentario ha sido eliminado por el autor.

    ResponderEliminar
  4. Di que si mas claro el agua, sigue con esa ilusión de ir avanzando poco a poco y como se dice " con buena letra " en tu caso con buen ritmo.
    Felicidades Damaris .

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Muchas gracias!!!!! En ello estamos!!gracias por leerme!! Muak

      Eliminar